domingo, 31 de octubre de 2010

Y esop!

Todo comenzó un día. Claro que comenzó un día me dirán ustedes, sino cuando. En todo caso un día que no recuerdo, o más bien si recuerdo. Lo que no se es si fue antes o después. Parece que fue después. Si, fue después. Ahora, no me acuerdo después de qué.
Como que de un tiempo hasta ahora, las cosas se han tranquilizado. Como que mi vida es mucho más estable. Claro que eso no implica que no esté colapsado, sino que creo que ahora tengo más cosas que antes. Pero no importa. Soy feliz y ya. Creo que eso es lo que de verdad es esencial.
Eso por ahora. Otro día seguiré con la historia :P

jueves, 7 de octubre de 2010

Historia? Parte 2

El viaje comenzó aquella misma noche. Nadie debía saber donde íbamos. Nadie podía vernos. Todo debía hacerse en secreto y con mucha cautela. Preparamos nuestras provisiones y nos alistamos a salir por el lado sur de la ciudad, donde sabíamos que no habrían guardias.
La verdad debo contextualizarlos en lo que de verdad estaba ocurriendo. Tal como comencé mi historia, había decidido ir en busca de la "Espada de Fuego" para rescatar a la princesa del castillo encantado. Pero esta decisión se remonta a un cálido día boreal. Yo me encontraba jugando cartas con unos amigos afuera, con la poca luz que iba quedando. Todo parecía muy normal. Pero algo extraño sucedió. Cuando el sol finalmente se fue a dormir, emprendí camino a casa, donde para mi sorpresa alguien me estaba esperando.
Tranquilamente abro la puerta, y al entrar veo una vara sobre la mesa. Sorprendido me giro, y me encuentro cara a cara con un ser que jamás en mi vida había visto. Como para sorprenderme aún más, no logro reaccionar de ninguna manera. Aquel personaje me habla.

-"Toma asiento. Tenemos algunas cosas que hablar."
-"¿Quien es usted?"
-"Toma asiento, que ya te explicaré todo."

Me senté, mirando fijamente aquellos ojos verdes de una profundidad inconmensurable. Estaba frente a un anciano de pelo blanco tomado en una trenza larga. Barba blanca también, que se notaba había recortado prolijamente hace algunas semanas. Iba vestido con una gran capa gris, y sostenía su mano un sombrero doblado. De su cinturón una bolsa de monedas colgaba, y llevaba además una espada, en una vaina.

-"Yo soy la razón y explicación de tu vida"- me dijo- "Desde que naciste tu existencia ha sido oculta al mundo por mi."
-"No se de que me está hablando."
-"Verás, supongo que nadie te ha contado esto antes, así que creo que ya es hora de que lo sepas. Cuando naciste, tu madre murió. Ella dio su vida por la tuya, y en recompensa tu alumbramiento fue especial. Tu llevas la 'Marca Esencial' sobre tu cuerpo."
-"¿Qué?"
-"Significa que aquella marca que llevas en tu hombro derecho no es cualquier cicatriz. Fuiste escogido para cumplir una misión."
-"¿Qué misión?"

Mi cabeza ya explotaba con la información que estaba recibiendo. Indescriptibles sensaciones me recorrían.

-"Hace cuatro mil años, una potente maldición cayó sobre la hija del rey. Tan poderosa y obscura, que nadie más que aquel que fuese escogido de nacimiento podría romperla. La doncella desapareció de los ojos de su padre, y en un castillo encantado fue a dar, oculta a las miradas de todo hombre. Por suerte para el rey, habría quien podría devolverle a su adorada hija. Pero la maldición no terminaba ahí. Aquel capaz de liberar a la princesa nacería de un parto singular, y éste ocurriría cada cuatrocientos años, siendo de aquella persona posible la elección de cumplir su destino o no. Finalmente la maldición obligaba la rey a vivir hasta que su hija fuese liberada.
Todo ésto he de decírtelo, por que tu eres el escogido. Eres el décimo de todos aquellos hombres que han tenido la oportunidad de rescatar a la princesa. Lamentablemente ninguno de ellos lo logró. Escogieron seguir sus vidas, fracasaron, o fueron asesinados."
-"¿Pero por qué habría yo de hacer algo así, si nadie aún lo ha logrado?"
-"Porque, ha pesar de que el rey pueda vivir 'eternamente', sí pudo envejecer, y se ha vuelto completamente loco. Muchos consejeros de mala calaña lo rodean, y el gran hechicero Buskata lo ha redimido a sus órdenes. Nada lo detiene, y ha transformado el reino en un infierno. Gracias a mi, nadie ha sabido de tu existencia."
-"¿Y que puedo hacer?"
-"Tienes dos opciones. O decides rescatar a la princesa, y liberar al reino de la maldición y del malvado Buskata, o puedes elegir continuar tu vida tal como antes, solo que ahora ya no protegeré más tu identidad, y si alguien sabe quien eres, tarde o temprano morirás."

Con éstas palabras aquel personaje se coloca su sombrero, y se dispone a salir. Me mira unos segundos y agrega,

-"Si decides rescatar a la princesa, te recomiendo que comiences por buscar la 'Espada de Fuego'. Una vez que la obtengas yo te encontraré."

Hasta ahora nunca más lo he visto de nuevo, pero espero que sus palabras sean ciertas...