jueves, 21 de abril de 2011

Historia? Parte 5

Una cueva. Más bien un laberinto de cuevas. No dejaba de llover afuera. Por suerte tenía una antorcha en mi mano, ya que apenas había luz natural. Avancé adentrándome, hasta llegar a una bifurcación. ¿Qué dirección seguir?
Nada me detuvo por un rato. Seguí adelante doblando en cada esquina completamente al azar.
Repentinamente los túneles se acabaron, y apareció ante mí una enorme bóveda de roca, sólo iluminada por la antorcha que llevaba. ¿Sólo mi antorcha? Un pequeño destello lejano llegó desde lo que parecía el fondo de la gran cavidad.
Avancé en aquella dirección. Cuando estuve lo suficientemente cerca logré divisar una gran caja completamente negra. Era similar a un pequeño ataúd de piedra. Toda la superficie era opaca y no brillaba con la luz, excepto una pequeña cerradura dorada ubicada en el centro, que destellaba con las llamas que producía mi antorcha. Sobre ella, tallado sobre la roca había una gran V.
Traté de abrir aquel recipiente, pero estaba cerrado. En esos momentos recordé que llevaba una pequeña llave en mi bolsillo. Instintivamente la saqué y la introduje en la cerradura. Sin darme cuenta de lo increíble del hecho, la llave encajaba perfecto. Giré tres vueltas, y el sonido de la apertura retumbó en el silenció profundo de aquel lugar.
Con calma, pero ansiosamente comencé a abrir la caja…
Alguien me sacudía vigorosamente. Un poco de agua golpeó mi rostro.
-“¡Rápido! Váyanse ahora. Ellos deben estar por llegar.”