miércoles, 9 de marzo de 2011

Un nuevo comienzo

Esto lo escribí hace algunos días, cuando aún estaba viajando. A pesar de eso la validez de todo lo expresado es máxima. Ojalá se entiendan muchas cosas...


Me he saltado algún tiempo de mi vida últimamente. Quería escribir una reflexión que concluyera mi año 2010 y diera paso a un prometedor 2011, pero no pude hacerlo a tiempo.
Abandoné el 2010 antes que finalizara y pausé el tiempo por dos meses, para volver a comenzar un nuevo año recién en marzo.
Como parte de lo que quiero decir voy a incluir un pequeño resumen de lo que fue mi año, en un orden bastante cronológico, para interpretar.


Todo comenzó de la manera más extraña, cuática y psicodélica que alguien pudiese imaginar. Sólo diré que tal vez nunca más vuelva a tener un inicio de año tan cuático como ese.
Luego trabajé. Si trabajé de verdad. En la mañana haciendo clases, y en la tarde poniendo todas mis energías en la empresa que acabábamos de comenzar. Nuestra empresa.
Después de aquello me relajé. Tuve muchos episodios tranquilos y con mucha buena onda y personas geniales. Y mientras estaba en eso la tierra se movió. Se movió harto. Tanto así que fue un evento nacional. Mi primer terremoto. A pesar de lo terrible que es algo así, creo que es una experiencia que se debe vivir alguna vez.
A causa de eso se retrasó la entrada a clases. No importó mucho. Igual nos hicieron bolsa ese semestre.
Mi tercer año en la universidad. Mi segundo en el coro. Ya no era el coralista más joven. Sin embargo las cosas siempre toman rumbos extraños.
Y si. Para variar algo cuático volvía a suceder en mi vida. Este episodio creo que está perfectamente retratado por una canción "April Come She Will". Hermosa canción. Si.
Luego llegaron las vacaciones de invierno. En esos momentos parecía que se acababa un año entero, por la cantidad de cosas que sucedían.
Unos meses antes mi hermana había estado en EEUU intercambiando sabiamente su viaje de estudios. Y ahora dos miembros de mi familia se aprestaban a ir. Mi mamá por un mes a Buenos Aires a un curso, y mi hermano a EEUU a estudiar. Por 4 años.
Mientras yo seguía poniendo toda mi energía en "mi" empresa y en disfrutar de panoramas corales.
Y ahí fue cuando todo comenzó a cambiar otra vez.
El rubro de nuestra empresa se desvirtuaba un poco, pero lográbamos dinero.
Y un nuevo y agiladísimo semestre comenzaba con muchas ganas de parecer otro año entero por la cantidad de cosas que se avecinaban.
Y si. Miles de proyectos nuevos y cosas impensadas se venían encima.
Siempre he dicho que soy un hombre ocupado, y en esos momentos no pudo haber sido más cierto.
Me metía en áreas que me interesaban y cuando pensé que todo lo que pasaba era demasiado, y que deía dejar la universidad... Nunca pensé eso. Jajaja.
Ni siquiera se de donde saqué todo el tiempo que necesitaba para todo.
Y septiembre llegó. Y en verdad algo sin explicación ocurrió en mi vida. Maravilloso,y salido de la nada.
Increíblemente seguí empujando hacia adelante el año más feliz que nunca. Y entonces, cuando ya tenía asumido que ese año sería el único en mi familia que pisaría un aeropuerto, pero no un avión, lo más extraño de todo ocurrió.
Me ofrecieron una práctica en Siemens en Portugal, en el área que más me interesa.
De la nada realmente. Mis esfuerzos por buscar práctica habían sido casi nulos.
Y acepté. Una oportunidad así no aparece comúnmente.
Claramente todo se aceleró. Todo lo que había pensado y planeado hacer en las vacaciones lo tenía que hacer en una pequeña fracción del tiempo original, y además cumplir con lo que estaba planeado ya para esos momentos.
Y bueno. Me fui. Y en verdad aquí estoy. En Barcelona. En los últimos días de mi viaje.
Para mi el 2010 fue pausado justo después de Navidad y aún no comienza el 2011.
Este viaje ha sido una experiencia increíble de la que me referiré más profundamente en otros posts.
Ahora sólo diré que mi mente descansó lo suficiente, pero mi cuerpo no.
De todas maneras es hora de comenzar el 2011. Queda mucho por hacer y retomar, y estoy listo para ello.